Según datos del Instituto Nacinoal de Geografía y Estadística (INEGI), los productores de pequeña y mediana escala en México aportan el 54% de la producción agrícola nacional y brindan el 85% del empleo rural.
El Programa Producción para el Bienestar comenzó a operarse en el año 2019 por considerarse por el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador como uno de lo prioritarios. Según datos oficiales, sus principales beneficiarios han sido integrantes de comunidades rurales originarias, fundamentalmente de las regiones sur y sureste de México, así como mujeres que representaron el 31,6% del padrón total que atendió el programa en 2020.
El 56,2% de los beneficiarios del programa Producción para el Bienestar en 2020 fueron indígenas. El 59.6% fueron productores que viven y trabajan en nueve estados del sur – sureste de México: Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Guerrero, Puebla, Yucatán, Quintana Roo, Campeche y Tabasco.
Cambio de foco
Para el titular de la Secretaría de alimentación y competitividad, Víctor Suárez, uno de los mandos dentro de la Secretaría de Agricultura que promueven este proceso de recambio productivo, el presupuesto es clave para cambiar "un modelo de agricultura que genera dependencia alimentaria, desigualdad, deterioro de los suelos, contaminación del agua y una afectación a la calidad de los alimentos para los consumidores".
"Tenemos que reconocer que la Secretaría de Agricultura en el viejo régimen estaba al servicio de los grandes agricultores y compañías agroalimentarias internacionales. El presupuesto de los subsidios al campo estaba capturado por una minoría de agricultores rentistas, de riego y estaba cruzado por la corrupción", apuntó Suárez en conversación con Sputnik.
Frente a ese panorama, se eliminaron una veintena de programas para reducirlos a cinco, que no han registrado un impacto en el funcionamiento de los principales sectores productivos, que mantuvieron su rendimiento el último año, a pesar del achique presupuestal y la pandemia.
"Con el Gobierno de López Obrador cambiamos la política hacia el campo, nos planteamos recuperar la autosuficiencia alimentaria y decidimos apoyar a los sector productivos pequeños y medianos, que conforman el 90% de la unidades de producción en el país", relató Víctor Suárez.
Subrayó en que el presupuesto del sector ha virado en favor de estos objetivos, mediante el funcionamiento del Programa de Producción para el Bienestar de 13.500 millones de pesos (675 millones de dólares); el Programa de Precios de Garantía de 10.960 millones de pesos (548 millones de dólares) y Sembrando Vida, que depende de la Secretaría de Bienestar, el cual tiene 28.718 millones de pesos (1.436 millones de dólares) asignados para 2021.
En sentido contrario, la Secretaría de Agricultura financia la compra de fertilizantes químicos para repartir de manera gratuita entre los productores de cuatro estados del país, con 1.912 millones de pesos (95.6 millones de dólares) asignados en el presupuesto para este año.
Consultado si existe una contradicción entre emprender un camino agroecológico y financiar y repartir gratuitamente fertilizantes químicos, Suárez respondió: "Estamos hablando de una transición agroecológica gradual, respetando las decisiones de cada productor sobre cuál va a ser el ritmo de la transición. Ellos son libres de decidir en el mejor de sus beneficios, pensando que son los productores quienes están tomando el riesgo de los cambios".
Presupuesto 2021
Según se estimó en el presupuesto para 2021, Producción para el Bienestar recibió un incremento a 13.500 millones de pesos (675 millones de dólares), un 22% más que en 2020.
Con ese aumento, se proyectó un incremento del monto de la única cuota recibida por los productores de granos básicos, así como la inclusión del subsidio estatal para 40.000 productores mexicanos de cacao y miel de abejas Apis y Melipona.
La Subsecretaría de alimentación y competitividad que tiene a cargo el mencionado programa indicó que en 2021, los subsidios para la adopción de prácticas agroecológicas y sustentables tienen como meta llegar a 2.300.000 personas.
Los productores pequeños de maíz, frijol, trigo, arroz y otros granos recibirán 2.000 pesos mexicanos (100 dólares) por hectárea y los de mediana escala tendrán un apoyo de 1.200 pesos (60 dólares) por hectárea. Para los productores de café, la cuota es de 5.200 pesos (270 dólares) a cada beneficiario, mientras que los de caña de azúcar reciben 7.300 pesos (365 dólares). Todos los subsidios se reciben por única vez, de manera anual.
La novedad está en la inclusión de los encargados del cacao y la miel, con 6.200 pesos (310 dólares) por productor, que antes no habían recibido ningún tipo de subsidio gubernamental en México, "a pesar de su relevancia en la preservación de ecosistemas y para contrarrestar el cambio climático", según definieron desde la Secretaría encargada.
Además, se incluye en 2021 la participación de productores de amaranto, chía y leche de hasta 35 vacas en etapa productiva como beneficiarios de la estrategia de acompañamiento técnico, ofrecido en colaboración con el Instituto Nacional de investigaciones forestales, agrícolas y pecuarias (Inifap) y de la Coordinación general de ganadería de la Secretaría de Agricultura.