"Hagamos la Operación Remate, marquemos el futuro y tendremos el país que queremos", exhortó Bukele en su conferencia de prensa, señalada como una posible violación del silencio electoral imperante desde el pasado jueves 25.
El mandatario estimó que la participación ciudadana en los sufragios es mayor que en elecciones anteriores, pese a una serie de irregularidades que supuestamente afectaron a su partido, el oficialista Nuevas Ideas.
"Es cierto que hay que hacer una fila, pero qué son un par de horas, si hemos esperado 40 años de sufrimiento, dolor y corrupción (…) Hoy tenemos la oportunidad de terminar lo que iniciamos en febrero de 2019", agregó el mandatario.
Bukele citó reportes de papeletas de votación sin un número de serie ni el sello o firma de la Junta Receptora de Votos, y denunció el supuesto bloqueo a los colegios electorales de personas identificadas con colores de los partidos afines al Ejecutivo.
Según el jefe de Estado, en un tercio de los centros de votación no hay representantes de Nuevas Ideas, y responsabilizó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) por no entregar las acreditaciones correspondientes en tiempo.
El mandatario reiteró las alertas sobre un posible fraude lanzadas desde el comienzo de la campaña electoral, y llamó a respetar la voluntad popular expresada en las urnas.
"El resultado lo define el pueblo, la mayoría gana y eso es una democracia, yo siempre defenderé la voluntad del pueblo aún así sea adversa", acotó Bukele, quien reiteró sus críticas contra el TSE, en particular sus magistrados Guillermo Wellmann y Julio Olivo.
En su intervención, Bukele aseguró que el suyo es el único Gobierno que ha tenido en contra a la Asamblea Legislativa (Parlamento), y aseguró que en los mandatos anteriores las mayorías eran compradas con "maletines negros" (sobornos).
El Salvador elige a los 84 diputados a la Asamblea Legislativa, 20 al Parlamento Centroamericano y a los miembros de los 262 concejos municipales.