Los osos polares habitan en las zonas más frías del hemisferio norte en cinco países: Rusia, Canadá, Noruega, Dinamarca y EEUU. Sus características biológicas les permiten vivir en esas condiciones climáticas, donde pueden permanecer horas en aguas gélidas para cazar a su presa gracias a su gran sentido del olfato o caminar hasta 50 kilómetros de distancia en un día para conseguir comida.
La existencia de esta especie enfrenta tres grandes amenazas que la está llevando a la extinción: el calentamiento global, la contaminación y la caza furtiva han reducido considerablemente la cantidad de ejemplares de osos polares en el mundo.
Son varios los zoológicos, activistas y otras organizaciones que buscan concientizar al mundo sobre lo importante que es cuidar la ecología, el medioambiente y detener la caza furtiva para que esta especie, y muchas otras, no se extingan.