Las protestas han ido en ascenso desde la firma del acuerdo de alto el fuego con Azerbaiyán sobre el disputado territorio de Nagorno Karabaj que puso fin a las hostilidades entre ambos países.
El documento implicó que las fuerzas armenias devuelvan a Azerbaiyán varios territorios que estaban bajo su poder desde principios de 1990. A raíz de esto surgió una oleada de protestas antigubernamentales que exigían la dimisión del primer ministro Pashinián, quien respondió que fue elegido democráticamente y que solo dimitiría tras una consulta popular.
El 25 de febrero a esta petición se sumó el Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Armenia e inmediatamente el primer ministro denunció un intento de golpe de Estado militar y llamó a sus partidarios salir en defensa de su Gobierno legítimo.