"Yo soy muy pesimista en cuanto a esa meta en tan corto tiempo, el estado de deterioro en el que se encuentra nuestra industria es bastante grave", agregó el especialista, egresado de la Universidad Central de Venezuela.
Desde hace siete años, el Gobierno venezolano comenzó a denunciar un sinfín de bloqueos silenciosos contra la estatal Petróleos de Venezuela S.A (PDVSA), y en 2017, una dura sanción del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, le puso nombre y apellido.
En los últimos tres años, cualquiera que utilice el sistema financiero de Estados Unidos y decida transar con la estatal venezolana o con el Gobierno de esa nación suramericana, queda bajo investigación.
Una a una las empresas aseguradoras, de transporte, de exportación se han ido alejando de Venezuela, y el Gobierno ha tenido que ingeniárselas en este panorama para importar aditivos, repuestos, contratar servicio técnico, entre otros.
Para este 2021, aunque comienza un nuevo período presidencial en Estados Unidos con la llegada de Joe Biden, el camino parece el mismo, y Mendoza Potellá señala que PDVSA tendrá que ingeniárselas si realmente quiere estabilizar su producción, que en el año 2020 se mantuvo en picada.
En el mes de enero la producción aumentó a 487.000 barriles por día, frente a los 415.000 barriles de diciembre, y a ese ritmo de incremento, el experto dijo a Sputnik, que, si se mantienen los esfuerzos, la estatal podría alcanzar los 700.000 barriles por día, pero descartó un incremento por encima de esa cifra.
"Venezuela sí tiene cómo llegar a 2.000.000 de barriles en un determinado momento, pero muy poco a poco (…), porque para llegar a eso tenemos que salir del foso en el que estamos, y para producir tenemos que remontar la cuesta de reinyección de gas, reparación, reconstrucción, logística, camiones, técnicos, hay un movimiento de masas que no lo veo para hacerlo en los 10 meses que faltan, ¿cómo vamos a llegar a un millón en diciembre?", acotó.
Pese a tener los pronósticos en contra, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha asegurado que el país cerrará este año con una producción de 1,5 millones de barriles diarios.
Para ello, el ejecutivo ha extendido por un año más la declaratoria de Emergencia Energética de la Industria de Hidrocarburos, y ha asegurado que se apoyará en la recién aprobada Ley Antibloqueo, una medida que restringe la divulgación de información, bajo el argumento de proteger a los nuevos inversionistas de las sanciones de Estados Unidos.