"Evaluamos que el príncipe heredero de Arabia Saudí, Muhammad bin Salman, aprobó una operación en Estambul, Turquía, para capturar o matar al periodista saudí Jamal Khashoggi. El Príncipe Heredero consideró a Khashoggi como una amenaza para el Reino y apoyó ampliamente el uso de medidas violentas si era necesario para silenciarlo", dijo el informe.
Sanciones
EEUU impuso sanciones al exvicedirector de la inteligencia saudí Ahmed Asiri y a la Fuerza de Intervención Rápida, el destacamento de protección personal de élite del príncipe heredero, anunció el Departamento del Tesoro.
Asiri fue despedido de su cargo de vicedirector de inteligencia general por el asesinato de Khashoggi.
EEUU también cree que el equipo de verdugos incluyó a siete miembros de la Fuerza de Intervención Rápida, que describe como un subconjunto de la Guardia Real Saudí que responde solo al príncipe heredero, y que había participado directamente en operaciones anteriores de represión de disidentes bajo su dirección.
Además, el secretario de Estado, Antony Blinken, comunicó que EEUU impondrá restricciones de visa a 76 personas de origen saudí que han amenazado a disidentes en el extranjero, incluido el difunto columnista.
"El Departamento de Estado de EEUU ha tomado medidas de conformidad con la Prohibición Khashoggi para imponer restricciones de visa a 76 personas saudíes que se cree que han estado involucradas en amenazar a disidentes en el extranjero, incluido, entre otros, el asesinato de Khashoggi", dijo Blinken en un comunicado de prensa.
La acción es parte de la nueva política de restricción de visas de EEUU llamada Prohibición Khashoggi.
La denominación permite al Departamento de Estado imponer restricciones de visa a individuos que, actuando en nombre de un gobierno extranjero, estén involucradas directamente en actividades extraterritoriales contra periodistas, activistas u otras personas consideradas disidentes.
Familiares de esos individuos también podrían estar sujetos a restricciones de visa, bajo esta política, si se considera adecuado.
Blinken dijo que las amenazas y agresiones de Arabia Saudí contra activistas, disidentes y periodistas deben terminar.
Por su parte, a relatora especial de las Naciones Unidas sobre Ejecuciones Extrajudiciales, Agnès Callamard, instó a Estados Unidos a imponer sanciones contra el príncipe heredero saudí, Mohammed bin Salman.
"Con la publicación del informe de EEUU, que confirma la responsabilidad de funcionarios saudíes del más alto nivel, Estados Unidos ahora debe tomar la iniciativa para garantizar la rendición de cuentas por este crimen y para establecer los mecanismos internacionales para prevenir y castigar tales actos en el futuro", expresó Callamard en un comunicado.
También pidió que EEUU no otorgue inmunidad al heredero del trono saudí ante las demandas civiles, dado que no es jefe de Estado, y que garantice que toda la información sobre el caso del periodista sea desclasificada en la "mayor medida posible".
Khashoggi, columnista de The Washington Post, desapareció en 2018 tras entrar en el consulado de su país en Estambul.
Riad negó inicialmente tener conocimiento de su paradero, pero finalmente admitió que fue asesinado y desmembrado dentro del consulado.