En vigor desde el 1 de enero, la iniciativa busca reordenar y dinamizar la deprimida economía de la isla, resentida por la crisis económica global, el impacto de la pandemia de COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero que EEUU impone a los cubanos hace 59 años.
A todos estos lastres se unen además mecanismos burocráticos internos que por muchos años han entorpecido el crecimiento económico, la falta de liderazgo productivo y un negativo acomodamiento a las importaciones en detrimento de la producción nacional.
También se añade una ineficaz gestión en el sector agropecuario, que hoy no puede hacer frente a las necesidades alimentarias de los cubanos.

16 de febrero 2021, 23:20 GMT
Ante este escenario económico, el Gobierno que encabeza el presidente Miguel Díaz-Canel abrió trincheras para intentar sacudir estos lastres, y buscar opciones que dinamicen la gestión interna, dando prioridad al trabajo de la empresa estatal y del sector privado.
Según el jefe de la Comisión de Implementación y Desarrollo de los Lineamientos, Marino Murillo, "la aplicación de estas medidas ha permitido apreciar con mayor claridad viejas distorsiones y problemas de la economía de años, y crear las condiciones para su rectificación".
De la misma manera se expresó Nicolás Valladares, presidente de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba, en La Habana, quien afirmó a medios locales de prensa que se está "ante una realidad que transversaliza a la sociedad cubana en su conjunto, y como tal se ha convertido en la polémica número uno de nuestros días".
En recientes declaraciones de Valladares a la Agencia Cubana de Noticias, "la Tarea Ordenamiento no puede resolver por arte de magia los complejísimos problemas económicos del país, y esto conspira con el deseo de muchos que esperan resultados milagrosos en el corto plazo".
Sanear las finanzas, eliminar la sobrevaloración de la monedad nacional y poner fin a un grupo de subsidios y gratuidades que impactaban sobre el presupuesto nacional, estuvieron en el centro de las medidas que como primera e inmediata respuesta tuvo a cerca de 50.000 personas iniciando procesos de búsqueda de empleo.
Principales escollos
La aplicación de la Tarea Ordenamiento en Cuba coincidió con un período de desabastecimiento y escasez, generados por la crisis que sacude a la isla, unida a la falta de mercados y liquidez financiera como consecuencia del recrudecimiento del bloqueo estadounidense, que ha provocado una espiral especulativa en el mercado negro, con precios a veces inalcanzables a pesar del incremento salarial, lo que provoca desconcierto en la población.
Por su parte, algunas empresas del sector estatal han intentado solucionar sus tradicionales ineficiencias a través de los incrementos de precios, sin tener en cuenta sus costos, productividad y eficacia, lo que también enturbia el proceso de rectificación económica emprendido en el país.
Insatisfacciones
Aun cuando los encargados gubernamentales de la Tarea Ordenamiento aseguran que cada medida es perfectible y podrán modificarse aquellas que no tienen respaldo popular, algunas personas se sienten disconformes por la forma en que se ejecutó el incremento salarial, la aplicación de precios en algunos productos y servicios, y la proliferación de las tiendas que cobran sus ventas en monedas libremente convertibles (divisas fuertes) en detrimento de los mercados en moneda nacional, que están en muchos casos desbastecidos.
A su vez, aumenta el reclamo por darle más opciones al sector privado y cooperativo, a pesar del incremento de actividades autorizadas, de 127 a más de 2.000, pero que sigue siendo insuficiente y cuestionable por la ausencia de mercados mayoristas que suplan las necesidades de los nuevos emprendedores.
También sigue siendo tarea pendiente la implementación de las pequeñas y medianas empresas, a las que muchos apuestan como fuerza necesaria para lograr el esperado arranque y despegue de la economía.
A pesar de todo este entramado, el Gobierno no va de brazos cruzados y la ciudadanía participa, comenta, propone y discute.
Todavía quedan unos días para llegar a los primeros dos meses desde su puesta en marcha, por lo que la Tarea Ordenamiento en Cuba dará mucho de qué hablar en el futuro.