Este 23 de febrero, el estadio albergará un partido de baloncesto en el que se enfrentarán los New York Knicks a los Golden State Warriors (San Francisco). Los organizadores del evento respetarán todas las medidas de seguridad sanitaria: en particular, la capacidad del estadio estará limitada al 10%. Asimismo, todos los visitantes tendrán que mostrar los resultados de una prueba negativa de COVID-19 en la entrada del estadio.
"Haremos lo que sea necesario para albergar a la mayor cantidad de personas de modo más seguro", comentó el vicepresidente ejecutivo de MSG Sports, David Hopkinson.
La reapertura del Madison Square Garden causó tanto revuelo que las entradas al partido se agotaron en menos de media hora.