En 2020 el comercio entre la Unión Europea y Rusia entró en una fase de crisis, pero, según observó Michael Harms en una entrevista con Sputnik, "eso está determinado en el 90% por la pandemia del coronavirus".
Al mismo tiempo, hay factores que inspiran optimismo: "en primer lugar gracias a una política económica equilibrada y otros factores Rusia está superando bastante bien la crisis. En segundo lugar, hay sectores en los cuales las empresas alemanas en Rusia podrían obtener beneficios, por ejemplo, en la industria automovilística, dado que las ventas ya casi han vuelto al nivel precedente a la crisis".
Cooperación energética
Uno de los sectores más importantes de cooperación entre Rusia y Alemania, la mayor economía de la UE, es la industria de la energía. Ambos países están construyendo el gasoducto Nord Stream 2 y las autoridades alemanas no tienen dudas de que tarde o temprano se completará, a pesar de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra las empresas que participan en el proyecto.
En palabras de Harms, "sería razonable considerar este proyecto a la luz de la colaboración global transatlántica en el campo de la energía y del medio ambiente. Europa debe discutir este tema con EEUU y Rusia, junto a cuestiones como la protección del clima y la reforma del sector de la energía y del transporte".
También existen "premisas ideales para la cooperación en el campo del hidrógeno". El director del Comité alemán para las relaciones económicas en Europa Oriental recordó que Rusia posee una extensa red de gasoductos, la cual "permite mezclar entre un 20 y un 70% de hidrógeno con el gas natural que se exporta a Europa". Los empresarios alemanes se declaran a favor de que "el hidrógeno azul, o sea, derivado del gas natural, pueda llegar a los mercados, junto al hidrógeno verde que se produce de las fuentes alternativas, por lo menos, durante el período de transición".
Rusia tiene el potencial necesario para "participar en el desarrollo de las tecnologías de hidrógeno en la Unión Europea, como proveedor del hidrógeno azul a corto y medio plazo y del hidrógeno verde a largo plazo", observó Harms.
Lucha contra el coronavirus
La lucha contra la pandemia del COVID-19 también abre importantes oportunidades de colaboración entre Rusia y la Unión Europea.
A principios de febrero la prestigiosa revista científica británica The Lancet publicó los resultados de la tercera fase del ensayo clínico de la vacuna rusa Sputnik V contra el coronavirus que confirmaron una eficacia del 91,6%.
Según destacó Harms, el Fondo de Inversiones Directas de Rusia (RDIF) "facilitó una descripción precisa y muy profesional que han de seguir las empresas que deseen producir la vacuna. Varias compañías alemanas ya han demostrado su interés".
En sus palabras, "ya se están llevando a cabo negociaciones muy intensas con empresas alemanas sobre la producción de Sputnik V, y el Comité está involucrado en este asunto. Estamos en estrecho contacto con el RDIF", aunque "aún es difícil predecir cuándo finalizarán las negociaciones".
El problema de las sanciones
A su vez, las relaciones políticas entre Rusia y la UE están atravesando un período de crisis. El próximo 22 de febrero los ministros de Exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea se reunirán para discutir la posible ampliación de las sanciones europeas contra Rusia.
Harms observó que "desafortunadamente, a corto plazo no existe ninguna posibilidad de que se levanten las sanciones. Sin embargo, creemos que nuevas restricciones económicas serían contraproducentes. Por muy difícil que sea, debemos tratar de llegar a una posición común con Rusia".
A pesar de las difíciles condiciones políticas, Harms recalcó que los líderes de Rusia y Alemania "hablan regularmente por teléfono, ningún otro político europeo habla con el presidente Putin tan a menudo como la canciller Merkel".
En cuanto a la situación con el opositor ruso Alexéi Navalni, "no crea ningún problema bilateral entre Rusia y Alemania". En opinión de Harms, "es un problema ruso-europeo. Y es absolutamente correcto dejar que lo solucione Europa. La UE debe hablar unánimemente con Rusia, y Alemania no tiene que actuar sola. Por eso es correcto que las negociaciones se conduzcan a nivel europeo".