Ahora, el coche tiene esquíes y orugas en lugar de ruedas gracias a Bekturgán Yedrísov y Yuri Gueguelmán.
Según el hombre, la idea se le ocurrió por la dificultad de llegar a su granja en invierno por culpa de una nieve particularmente densa. Sin embargo, el renovado Zaporozhets supera fácilmente este obstáculo.