El periodista observó que hay ciertas diferencias en la información oficial del Kremlin y la Casa Blanca sobre el contenido de la conversación entre los dos líderes.
En el informe, publicado por la Casa Blanca, se puede observar "una expresión de agravios de hace tiempo contra la Administración de Putin y el Estado ruso", señala el autor.
El Kremlin, a su vez, considera positivo que ambos países trabajen para ampliar el nuevo tratado START.
Según el analista, el Kremlin busca un diálogo de negocio sobre quid pro quos y compensaciones. Por el contrario, es probable que el equipo de Biden considere cualquier conversación de este tipo con Rusia como una oportunidad para que EEUU transmita los movimientos que espera de Rusia antes de que pueda iniciarse cualquier debate para normalizar las relaciones entre las dos naciones.
El principal objetivo de la llamada, para Gvosdev, fue "el sondeo".
"No importa si debemos interpretar el momento como una señal de la importancia de Putin en los asuntos mundiales o una señal de que la alianza occidental vuelve a estar unida tras los años de Trump, lo importante es que Putin escuchó directamente a Biden", remarcó.
El periodista opinó que de esta manera el presidente estadounidense tuvo la oportunidad de observar a Putin en un momento de pandemia y de una guerra de precios en el mercado del petróleo.