En un informe visto por Sputnik, los observadores de la ONU constataron que en enero de 2018 Arabia Saudí invirtió en el Banco Central de Yemen unos 2.000 millones de dólares destinados para los programas de desarrollo y reconstrucción del país. En concreto, estaba previsto que esos fondos se usarían para financiar las ventas de arroz, azúcar, leche y harina.
De acuerdo con la investigación de los expertos de la ONU, el Banco Central manipuló el mercado de divisas y "blanqueó una parte considerable del depósito saudí a través de un esquema de lavado de dinero sofisticado". Como resultado, varias empresas privadas recibieron unos ingresos de 423 millones de dólares.
"423 millones de dolares son los fondos públicos que fueron transferidos ilegalmente a las corporaciones privadas. Los documentos presentados por el Banco Central de Yemen no pueden explicar por qué se adoptó esta estrategia destructiva", dice el informe.
25 de enero 2021, 20:24 GMT
Los expertos sostienen que el Banco Central y el Gobierno realizó este acto de corrupción en colusión con compañías privadas y actores políticos en beneficio de un grupo de empresarios privilegiados.
La investigación también reveló que los hutíes de Yemen recaudan impuestos y se apropian de otros ingresos públicos para financiar sus operaciones militares.
Así, en 2019 los hutíes malversaron al menos 1.800 millones de dólares que debían ser dirigidos para pagar los sueldos de los ciudadanos del país, así como para la prestación de los servicios básicos.