"El representante Raja Krishnamoorthi, miembro principal del comité envió cartas a Safeguard Medical y AutoMedx exigiendo documentos con respecto a la compra de ventiladores SAVe II y SAVe II+ luego de informes de que la Administración Trump potencialmente desperdició 70 millones de dólares en fondos de los contribuyentes", dice el texto.
Para abril de 2020, el Gobierno federal había asegurado la compra de 200.000 ventiladores.
Uno de esos contratos fue la compra por parte del Departamento de Defensa de ventiladores SAVe II, fabricados por AutoMedx, del proveedor Combat Medical Systems, por 16,2 millones de dólares, dijo el comité.
Los funcionarios de salud de EEUU concluyeron que el modelo de ventilador SAVe II era inadecuado para tratar a pacientes con coronavirus, según el texto.
Las empresas afirmaron que el SAVe II fue sometido a modificaciones de rendimiento, incluido un aumento de la tasa de volumen y la presión del aire, para crear el SAVe II +.
Sin embargo, los informes indicaron que las supuestas mejoras no hicieron del SAVe II + una opción viable para el tratamiento de pacientes con coronavirus, dijo el comité.