La Defensa ha aceptado la renuncia de Villarroya, según indican fuentes del Ministerio. En su carta dirigida a la ministra, jefe de Estado Mayor considera "acertadas" las decisiones que ha tomado recientemente, asegurando que "nunca han pretendido aprovecharse de privilegios no justificables".
Al mismo tiempo, el general admitió que estas decisiones está "deteriorando la imagen pública" de las Fuerzas Armadas y poniendo en duda su propia "honradez".
De acuerdo con Villarroya, su vacunación se realizó "en el cumplimiento de sus obligaciones, de acuerdo a los protocolos establecidos y con la única finalidad de preservar la integridad, continuidad y eficacia de la cadena operativa de las Fuerzas Armadas".
Anteriormente, el Gobierno de España pidió explicaciones a Villarroya, tras conocerse que recibió la vacuna contra la COVID-19 junto a otros altos cargos militares.
La noticia sobre la vacunación de los altos cargos militares llegó tras varios días de agria polémica en España por la proliferación de casos en que distintos cargos públicos —sobre todo políticos— se saltaron la cola para ser inmunizados antes que los grupos prioritarios.
España sigue todavía en la primera fase de su plan de vacunación, donde se establece que las dosis disponibles se utilizarán en residentes en centros de mayores, personal sanitario de primera línea y grandes dependientes.