El descubrimiento de los restos de Calderón de la Barca podría estar cerca. El 17 de diciembre de 2020, el equipo de investigadores tras el paradero del dramaturgo comenzó a aplicar la tecnología del georradar en la madrileña parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. Según un sacerdote en su lecho de muerte, allí se encuentra enterrado. Ahora, aparece la arqueta con llave que podría abrir la urna funeraria donde descansa el autor de La vida es sueño.
Su propietaria es la actual condesa del Asalto, Teresa Morenés y Urquijo, quien se lo prestó a los arqueólogos. Precisamente, los titulares de esta distinción nobiliaria han estado presentes como representantes oficiales de los descendientes del escritor en varias de sus exhumaciones.
© Foto : CEU San Pablo
La existencia del cofre y la llave le constaba a Sánchez, sin embargo, estos habían sido robados a la familia durante la Guerra Civil. Pero, gracias a un recurso englobado en el Ministerio de Educación, este y otros objetos les fueron devueltos entre 1968 y 1974. Entre los objetos recuperados también habría un nuevo retrato de Calderón de la Barca, todavía en proceso de datación e identificación.
7 de diciembre 2020, 18:41 GMT
Descubrimiento de gran importancia, ya que cuando se halle la urna funeraria tan solo hará falta introducir la llave y abrirla. Pero, para ello, tiene que aparecer el sepulcro del dramaturgo. Los investigadores siguen en su búsqueda, interrumpida por el mal tiempo y la pandemia. "Se ha visto paralizada tanto por el temporal Filomena como por el COVID-19, que aplaza el acceso a determinadas zonas de la iglesia comunes, a una residencia de ancianos y a la Congregación de San Pedro, propietaria del inmueble", comentan desde el CEU San Pablo.
Calderón de la Barca fue miembro de esta congregación. Es más, la llegó a nombrar heredera universal en su testamento. Motivo por el que esta organización religiosa reclamó los restos del escritor en 1902, que fueron depositados en la capilla que luego sería la parroquia de Nuestra Señora de los Dolores. En la Guerra Civil se les perdió la pista. Sin embargo, en pleno siglo XXI, puede ser que Calderón de la Barca vuelva a salir de la lista de desaparecidos.