"Por fin podemos dejar el Brexit atrás y la Unión Europea (UE) puede seguir avanzando", dijo la presidenta de la Comisión del bloque comunitario, Ursula Von der Leyen, tras participar el 30 de diciembre del acuerdo político entre Bruselas y Pekín para sellar un acuerdo de inversiones.
Algo similar ocurre con respecto a las relaciones con India, el otro gigante asiático y que en 2040 estaría entre las tres primeras economías del mundo. La presidencia de la UE acaba de ser asumida este 1 de enero por Portugal. Su mandatario, Antonio Costa, anunció que antes que termine su gestión en julio de este año convocará a una cumbre UE-India.
En desventaja
"Reino Unido ya ha firmado acuerdos comerciales fuera de la UE, pero los más importantes, con los países que más le interesaría, China, India, EEUU, no los ha podido firmar", indicó a Sputnik Armando García, máster en estudios de Integración Europea por la Universidad de Barcelona.
Para el experto "esta insularidad, esta nueva pertenencia fuera de Europa", es la que limita el poder negociador de Londres. "Como solemos decir los académicos: fuera de Europa, hace frío".
"Los estados miembros de la UE saben que en conjunto tienen mayor posibilidad de negociar con grandes economías como la china. Pero Reino Unido, frente a lo que representa el mercado de este país, ahora mismo pierde fuerza", sostuvo.
García señaló también que esto es trasladable al resto de las potencias como EEUU e India. "Con las grandes economías, los acuerdos que pueda firmar Reino Unido con ellas sin duda estarán condicionados por la relación que estas puedan tener con la UE", expresó.
31 de diciembre 2020, 23:21 GMT
El también profesor de asuntos europeos en la Universidad Autónoma de México y en la Universidad Iberoamericana, consideró necesario que el tiempo transcurra antes de sacar conclusiones sobre las "consecuencias prácticas, cuantificables" que dejará el Brexit para cada parte.
Sin embargo, aclaró que desde su punto de vista "quien pierde más es Reino Unido, y lo voy a resumir con una frase que además la dijo Johnson: 'Volvemos a ser una isla frente a Europa'. Y efectivamente lo son". Para García esta "insularidad" lejos de darle mayor autonomía a Londres, le provocará más problemas que beneficios.