Festejar la Nochevieja es una de las costumbres más arraigadas y celebradas entre la sociedad española. "Nochevieja es una celebración con amigos, gente que no se conoce, una noche atípica en comparación con todas las demás. Es la noche más importante del año para el ocio nocturno, la fecha con más movimiento y más gente saliendo de fiesta", describe a Sputnik Joaquim Boadas, secretario general de Spain Nightlife, la asociación nacional más importante del sector.
La patronal del sector, Spain NightLife, lleva varias semanas exigiendo al Gobierno la apertura de bares y discotecas hasta las tres de la madrugada para impedir los encuentros clandestinos, pero por el momento no han conseguido su cometido. Por ello, recientemente han alertado de que el número de fiestas ilegales para Nochevieja sigue descontrolado al alza.
"Se debería haber preparado este evento con la administración y con el sector para buscar soluciones. Nosotros éramos la última salvación para evitar el descontrol y no se ha sabido gestionar. Ahora lamentablemente es tarde para ampliar la oferta legal controlada y creemos que va a derivar en un importante aumento de contagio", pronostica Boadas.
En las últimas semanas han recibido más de 100 quejas de ciudadanos denunciando la situación, que precisamente son personas invitadas a esas fiestas: "Tenemos conocimiento de que muchas fiestas se están convocando a través de redes sociales, aplicaciones de citas como Tinder o bien aplicaciones de mensajería como Telegram. Asimismo, páginas de anuncios como Milanuncios.com promueven el alquiler de locales comerciales para su celebración", explica el secretario general de la patronal.
Según prevén, las fiestas ilegales de medio y gran formato "van a sobrepasar las 10.000" en toda España pero contando las de pequeño formato se "puede sobrepasar la cifra de las 30.000", muchas de ellas en localizaciones secretas que no se revelarán a los asistentes hasta el último día y de manera privada.
"La administración lo primero que tendría que haber hecho sería haber apostado por los locales legales como parte de la solución y no escatimar en todo tipo de pruebas para hacer compatible el ejercicio de la actividad con la protección de la salud", añade Boadas, "y ser mucho más contundente con las fiestas ilegales, porque el 90% de las fiestas se acaban celebrando sin ningún tipo de sanción ni paralización".
Según la propia patronal, son los propios ciudadanos los que denuncian la "pasividad de la administración" para abortar este tipo de eventos clandestinos. Por el momento, el único que mensaje que les queda lanzar es que los ciudadanos no acudan a este tipo de actos: "Instamos a todos aquellos que estén considerando la posibilidad de organizar una fiesta ilegal o asistir a la misma, que piensen en su salud y en la de sus familiares primero y que, por tanto, desistan de ello", concluye.