Para que el ecosistema esté saludable es necesaria agua de calidad. Si está contaminada, probablemente desaparezca parte de las especies que se encuentran en él. Y eso mismo es lo que ha ocurrido en una granja de trucha arcoíris en la desembocadura del río Castro, en Cee, provincia de La Coruña, donde alrededor de un millón y medio de truchas han muerto y las pérdidas económicas oscilan entre los 80.000 y los 100.000 euros.
Según el citado diario, no se trata de un hecho aislado ya que desde la granja se vienen detectando periódicamente este tipo de episodios, aunque nunca habían llegado a tal magnitud. La Guardia Civil está investigando el suceso y aunque todavía no hay datos concluyentes, todo apunta a un vertido de purines de alguna granja de cerdos de la comarca.
A las pérdidas económicas habría que sumarle el daño ecológico. La mortandad de la granja de truchas arcoiris en la ciudad coruñesa de Cee sirve para poner sobre aviso a las autoridades competentes de que este tipo de daños en el río producen consecuencias incalculables para el ecosistema.