"El medicamento en investigación es una proteína de fusión y un modulador inmunológico prometedores, de primera en su clase", dice el comunicado y añade que "los inmunomoduladores tienen el potencial de minimizar los efectos dañinos de una respuesta inmune hiperactiva al COVID-19. Esta respuesta hiperactiva puede contribuir a la gravedad de la enfermedad".
El acuerdo de $ 356 millones permitirá a Merck aumentar la producción del medicamento y prepararse para el envío en la primera mitad de 2021, en caso de que la Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU (FDA) otorgue una autorización de uso de emergencia para el medicamento llamado MK-7110. El medicamento está destinado a pacientes hospitalizados con COVID-19 grave o crítico, según el comunicado.
Un análisis intermedio de los datos de un ensayo clínico de fase 3 indicó que los pacientes que recibieron una sola dosis del tratamiento tenían un 60% más de posibilidades de recuperación clínica que los que recibieron un placebo.
El análisis preliminar también mostró que el tratamiento reduce potencialmente el riesgo de insuficiencia respiratoria o muerte en un 50% en comparación con el estándar de atención, agrega el comunicado.
Estados Unidos está siguiendo una estrategia utilizada para desarrollar vacunas contra el coronavirus, en la que comienza la producción a gran escala antes de que los investigadores sepan si el producto que se está probando es seguro y funciona según lo previsto.
OWS es una asociación entre el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y el Departamento de Defensa que financia el desarrollo y distribución de vacunas, terapias y pruebas de diagnóstico COVID-19.