Si bien el Gabinete dio luz verde para el desarrollo de los misiles lanzados a distancia, capaces de atacar las naves del adversario desde una zona que se encuentra fuera de su alcance, no hizo lo mismo con respecto a las capacidades de ataque disuasorio contra las bases enemigas.
Según las previsiones, los sistemas de combate navales tendrán un alcance superior en varios cientos de kilómetros al de los sistemas Aegis Ashore a la hora de interceptar misiles balísticos y aviones de combate.
En diciembre de 2017, el Gobierno de Japón aprobó la compra de sistemas de combate terrestres Aegis Ashore para potenciar la defensa ante la amenaza de misiles norcoreanos. Las armas se iban a emplazar en las prefecturas de Akita (noroeste) y Yamaguchi (suroeste) para el año fiscal 2023. En junio pasado, sin embargo, el Gabinete renunció a este plan alegando que se requieren ingentes recursos y tiempo para asegurar que los aceleradores de misiles caigan en los sitios de lanzamiento, sin poner en riesgo las zonas residenciales.