"No se requiere ningún cambio. Es simplemente el primer componente de la vacuna", declaró a Sputnik el director del ente, Alexandr Gíntsburg.
El experto aseguró que "si una persona se contagia tras vacunarse con la versión 'light', la enfermedad no será grave".
"El patógeno no bajará a los pulmones y todo se limitará a un resfriado", añadió.
El director del Centro Gamaleya apuntó que "se podrá administrar la segunda dosis tres meses después, la inmunidad se extenderá y será una vacunación cabal".

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El presidente ruso Vladímir Putin fue el primero en mencionar este 17 de diciembre, durante una amplia rueda de prensa virtual de fin del año, la opción de administrar una versión light de Sputnik V. La protección duraría menos tiempo, según él, pero decenas de millones de personas podrían inmunizarse y la eficacia no sería inferior al 85%.
Durante los ensayos clínicos de fase III, la vacuna demostró una eficacia del 91,4% en el segundo de los tres puntos de control, luego de que se registraran 39 casos de infección en los grupos que habían recibido el fármaco o el placebo.
Gíntsburg reconoció ayer el 17 de diciembre, en declaraciones al canal Rossiya 24, que "se trata de cierto compromiso, porque en ningún país las capacidades industriales alcanzan para producir de una vez las cantidades de vacuna que se necesita".
El periódico digital Meduza publicó a principios de este mes, citando fuentes de la industria farmacéutica y de una agencia federal, que las empresas rusas implicadas en la producción de Sputnik V ya son capaces de producir grandes cantidades del primer componente, basado en el vector adenoviral Ad26, pero se enfrentan con problemas tecnológicos para escalar la producción del segundo componente, que se basa en el vector Ad5.