"Respecto a socios cómodos, agradables, desagradables: no los hay. No tengo la necesidad de dar ningún sermón a nadie, todas ellos son muy competentes. Créanme, son personas de muy alto nivel de preparación. Todos ellos buscan resolver las tareas que enfrentan sus países (...) aunque cada uno lo haga a su manera", respondió el mandatario a una pregunta correspondiente.
Putin reiteró que "no hay buenos ni malos", pero sí hay intereses nacionales.
"No divido [a los líderes de otros países] en buenos o malos. Trabajo con todos con el fin de lograr los máximos resultados para Rusia. A veces hay que transigir, a veces hay que insistir en nuestra posición, pero siempre es así. Y todo lo demás es contraproducente", expresó.
Putin señaló, en particular, que mantiene buenas relaciones con los presidentes de China y Turquía.
"Ahora tenemos opiniones divergentes sobre ciertos temas con el presidente [turco Recep Tayyip] Erdogan. Quizás a veces incluso opiniones opuestas. Pero es un hombre que cumple su palabra. Es un hombre. No mueve la cola. Si cree que es beneficioso para su país, va hasta el final", dijo Putin.
Según el mandatario, esa "previsibilidad" es muy importante para entender quién es tu contraparte.
En cuanto a China, continuó, Moscú y Pekín tienen intereses coincidentes en muchos ámbitos.
Putin afirmó que quizá los intereses comunes o bien "algunos fluidos a nivel personal" entre él y el presidente chino, Xi Jinping, hacen que los dos tienen relaciones "muy amables y, sobre todo, de trabajo, pero a la vez de mucha confianza y amistosas".