La experta sostuvo que tanto las acusaciones en piratería informática, cómo en la injerencia en las elecciones se utilizan en EEUU para llamar la atención del público a una supuesta "amenaza rusa". Y no importa quién ejerza de presidente, esta "carta confiable" seguirá en el juego político mundial.
"Durante la presidencia de Trump, se jugó la carta de la 'injerencia rusa en las elecciones', y el propio Trump fue un presidente no deseado para la influyente élite política estadounidense. Ahora habrá nuevas razones", explicó la candidata a doctora.
Debido a que esta vez los resultados de las elecciones presidenciales no dejan terreno para culpar a Rusia, salen al escenario las acusaciones de ciberataques, opina Ariámova.
"En todo caso, creo que los demócratas, como siempre, establecerán una nueva ronda de la carrera armamentista. En primer lugar, esto es beneficioso para la economía estadounidense y, en segundo lugar, es una opción en la que todos ganan: una 'amenaza de Rusia', concluyó.
Será un buen pretexto para aumentar la presencia del contingente militar de las bases estadounidenses en Europa, por eso este tipo de pretextos "van a seguir surgiendo de la nada".
El 13 de diciembre un grupo de hackers respaldado por un gobierno extranjero robó información de varias agencias gubernamentales de EEUU: el Departamento del Tesoro, la Administración Nacional de Telecomunicaciones y Departamento de Comercio, entre otros.
El periódico The Washington Post atribuyó el ataque a un grupo de piratas informáticos conocido como the Dukes o Cozy Bear, supuestamente vinculado al Gobierno ruso, sin proporcionar ninguna prueba.
Moscú, por su parte, ha negado por completo su implicación en el asunto.