El yuan digital no tiene como objetivo desplazar al dólar u otra moneda fiduciaria, asegura el economista.
Esta es la primera vez que Zhou Xiaochuan habla públicamente sobre el proyecto de la moneda digital china. Zhou, que dirigió el Banco de China durante un período récord de 15 años, se hizo famoso por su enfoque innovador en el sector financiero. Bajo su dirección se tomaron algunas medidas para liberalizar parcialmente el tipo de cambio del yuan, lo que dio lugar a su inclusión en el 2016 en la cesta de monedas de reserva.
Además, Zhou fue uno de los primeros altos funcionarios del mundo en cuestionar la credibilidad del sistema financiero centrado en el dólar tras la crisis del 2008.
El desarrollo de la moneda digital comenzó en el 2014, cuando Zhou todavía era jefe del Banco Popular de China. Es considerado el ideólogo del proyecto, ya que el yuan digital -o DCEP, como se llama oficialmente- implica la creación de un sistema de pago fundamentalmente nuevo.
El DCEP debe sustituir al agregado monetario M0 —efectivo en circulación— y se emitirá en dos etapas: del Banco Central a los bancos comerciales, y de los bancos comerciales al público.
Las capturas de pantalla de las carteras digitales del DCEP filtradas a internet sugieren que su interfaz de usuario se asemeja mucho a los sistemas de pago por móvil que se han extendido en China, como Alipay y WeChat Pay, pero con una diferencia significativa. Estos programas son esencialmente sistemas de información que transfieren derechos de reclamación, mientras que el yuan digital es un análogo completo de moneda fiduciaria con todas las funciones de dinero en efectivo y la misma soberanía.
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Zhou también ha revelado cuáles son, en su opinión, los beneficios más importantes del DCEP. Destacó que los pagos transfronterizos se realizan en su mayoría en forma no monetaria, ya sea mediante tarjetas de crédito o sistemas de pago móviles. Sin embargo, la conversión de monedas, así como las propias transacciones, no siempre son instantáneas y el proceso es bastante complicado.
Si el yuan digital permite que estos procedimientos se realicen de forma sincrónica e instantánea, sería una mejora significativa en el sistema internacional de cobros y pagos. Además, los pagos a través del yuan digital serán más seguros y accesibles para la población en general, expresó su opinión Chen Fengying, un experto del Instituto Chino de Relaciones Internacionales Contemporáneas, en una entrevista a Sputnik.
"Se puede decir que el yuan digital, como reemplazo del M0, servirá principalmente como medio de pago y efectivo en circulación. Para la gente común, será un medio de pago más seguro, mucho más seguro que los actuales sistemas de pago Alipay y WeChat Pay. La moneda digital también se puede utilizar sin una conexión a internet. Esta es una ventaja muy grande, ya que los sistemas de pago móviles existentes requieren estar en línea para realizar una transacción", subrayó el experto.
Según Chen, los pagos móviles mostraron su eficacia durante la pandemia de COVID-19, cuando la actividad económica pasó a realizarse en línea debido a los confinamientos. Sin embargo, sigue existiendo el problema de la desigualdad digital. Por ejemplo, hay vídeos de personas mayores sin un teléfono inteligente conectado a internet que enfrentan dificultades para obtener la gama completa de servicios financieros. El yuan digital debería resolver este problema: el sistema funcionará tanto a través de la conexión a internet como a través de la identificación automática por RFID —identificación por radiofrecuencia.
Es el uso transfronterizo el que puede realmente liberar el potencial del yuan digital, agrega Chen.
"Me gustaría señalar que soy optimista sobre el desarrollo futuro más que sobre la situación actual. Porque ahora mismo el yuan digital es solo el agregado monetario M0. Pero si el DCEP se utiliza para los pagos transfronterizos, reducirá significativamente los costos de las transacciones y aumentará la conveniencia de realizar los pagos", recalca el especialista.
Ahora, debido a las fluctuaciones monetarias, las actividades comerciales y de inversión se ven gravemente limitadas, pero de utilizar una moneda digital en el comercio se puede evitar el impacto de la volatilidad de la moneda, opina.
"En general, creo que el pluralismo monetario es una tendencia de desarrollo mundial, y no es un problema que pueda ser resuelto por un solo país. Soy optimista en cuanto a la perspectiva de interacción entre las diversas organizaciones internacionales para coordinar las relaciones entre los países, de modo que en un mundo diversificado haya una multitud de monedas que no compitan entre sí. Creo que ese es el futuro que queremos", afirma.
El yuan digital primero será utilizado en China, pero no antes de 2023. Se podría probar a un nivel más amplio involucrando a los invitados extranjeros durante los Juegos Olímpicos de Invierno que albergará Pekín en 2022.
Por su parte, Zhou Xiaochuan subrayó que China no busca llevar el yuan digital a nivel internacional y así cambiar la arquitectura financiera internacional. Como ha mostrado la experiencia de Libra —la moneda digital propuesta por Facebook—, las ambiciones demasiado audaces en el plano internacional pueden provocar una dura reacción de los reguladores y las autoridades financieras de los distintos países.
El proyecto Libra, que originalmente debía cubrir 2.300 millones de usuarios de Facebook en todo el mundo y funcionar en base de un sistema blockchain cerrado y gestionado por un consorcio de 100 empresas, fracasó incluso antes de haber nacido porque los bancos centrales de diferentes países, incluida la Reserva Federal de EEUU, decidieron que Libra es una amenaza para la estabilidad financiera. Como resultado, los principales patrocinadores del proyecto como Mastercard y PayPal, se retiraron.
Por eso China tendrá en cuenta la triste experiencia de Libra y no impondrá sus propias innovaciones financieras al resto del mundo, concluyó Zhou.