"Muchas empresas estadounidenses son efectivamente cabilderos de la China comunista. Eso debe terminar. Necesitan reconocer que EEUU debe ser lo primero, no sus beneficios", afirmó Cotton, miembro del Comité de Inteligencia del Senado de EEUU.
Las declaraciones del senador vienen después de la emisión de una conferencia de un académico chino quien afirmó que Pekín tenía "gente en la cima del círculo interno de poder e influencia de EEUU". Además, el experto habló con optimismo sobre la capacidad de China para prosperar con la Administración Biden y reveló que Pekín había recibido "ayuda" de los líderes empresariales de Wall Street.
"No importa lo que los titanes de la industria puedan pensar, China es nuestro adversario", señaló Cotton.
Según el senador, China ha estado robándole a EEUU trabajos y fábricas durante décadas.
"Estos CEOs corporativos necesitan enfocarse en traer esos trabajos de vuelta a EEUU, o al menos sacarlos de China. Porque mientras estén operando en China, son susceptibles a la presión del Partido Comunista Chino", dijo Cotton.
En un artículo publicado el 3 de diciembre en The Wall Street Journal, el director de Inteligencia Nacional de EEUU, John Ratcliffe, calificó a China como "la amenaza de seguridad nacional número 1", dijo que intenta influir en congresistas estadounidenses y que roba a las empresas de EEUU su propiedad intelectual, replica su tecnología y luego las desplaza del mercado global.
La Embajada de China en EEUU condenó en las redes sociales el artículo de Ratcliffe, al señalar que "no hace sino distorsionar los hechos, lo que pone al descubierto la mentalidad de la Guerra Fría y los prejuicios ideológicos arraigados en algunas personas en EEUU". En un comentario publicado en Twitter, la legación diplomática afirmó también que "nadie como EEUU merece el título del Imperio del hackeo y el espionaje".