"Seguimos queriendo desarrollar los contactos con la UE al igual que al principio, cuando Turquía buscaba desarrollarlos con la perspectiva de integrarse [a la UE] como miembro pleno", dijo Cavusoglu a los periodistas.
Al mismo tiempo, el canciller turco achacó los problemas de la adhesión tanto a Turquía como a la propia UE.
En 1963 Turquía suscribió el Tratado de asociación con la Comunidad Económica Europea, predecesora de la UE, y luego, en 1987 presentó su candidatura para convertirse en miembro de pleno derecho del bloque.
Las negociaciones sobre la adhesión del país otomano comenzaron solo en 2005 pero fueron suspendidas repetidamente por las discrepancias respecto al problema de Chipre.
En marzo de 2016 Bruselas desbloqueó las conversaciones al respecto a condición de que el Gobierno turco se comprometiera a contribuir a la disminución del flujo de refugiados hacia Europa.
No obstante, las relaciones entre Turquía y el bloque europeo volvieron a agudizarse tras un intento de golpe de Estado en 2016 en el país otomano, al que Ankara respondió con detenciones y otras represalias provocando duras críticas por parte de la UE y una nueva suspensión de las negociaciones.