Europa eligió el camino de la reactivación económica a través del gasto público y aunque la mayoría de los países del planeta siguieron la misma senda, su proyecto es de los más ambiciosos. La idea central es simple: inyectar dinero en la economía, generar empleo y así reactivar la golpeada demanda agregada. La forma elegida para conseguir tal dinero fue la emisión de deuda a través de eurobonos o coronabonos, o lo que es lo mismo, títulos respaldados por la Comisión Europea.
"Desde luego los eurobonos desde la perspectiva de España o de todo lo que son los países del sur o más periféricos, fueron muy bien acogidos. De hecho, significaron una gran pelea precisamente de estos países para seguir avanzando en el proceso de integración económica de la Unión Europea, frente a la posición de otras naciones del norte que eran mucho más reacias a ello", dijo a Sputnik el profesor de economía internacional de la Universidad de Nebrija, José Manuel Muñoz Puigcerver.
La primera emisión tuvo lugar en septiembre, momento en que se colocaron 17.000 millones de euros de deuda en el mercado. La demanda fue inusitadamente superior, de 233.000 millones. Desde entonces las siguientes dos emisiones tuvieron la misma respuesta y 40% de los 100.000 millones iniciales, que se dedicarán al programa de protección al empleo, SURE, ya están en manos de los inversores.
El éxito, de acuerdo al docente español, tiene que ver con su rol como activo de refugio de valor, uno más fuerte aún que el bono alemán y con un prometedor destino que será puesto a prueba cuando se emita el grueso de los restantes 800.000 millones de euros de endeudamiento, a partir de 2021.
"Hay que tener en cuenta que estos eurobonos están gestionados por la Comisión Europea, lo que hace que esta se convierta en el principal organismo supranacional emitiendo bonos. Esto los hace mucho más fáciles de colocar (…) que cuando los emiten estados de manera individual. Los tipos de interés es verdad que están siendo ínfimos, en el orden de los tipos de interés negativos, pero otra cuestión que puede aquí prevalecer es que los fondos destinados al programa SURE, son 100% bonos considerados 'bonos sociales''', explicó.
Este último factor puede ser tentador para aquellos inversores que deben o quieren contar con un porcentaje de bonos de esta categoría. Misma condición que podría beneficiar a los bonos que se emitan desde 2021 para el plan ayuda general, en el que 30% de ellos serán bonos verdes.
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