El primer congreso se celebró con el mismo lema en abril de 2016, organizado por la Universidad Nacional de Investigación Escuela Superior de Economía de Rusia (HSE, por sus siglas inglesas), en Moscú.
Según recuerda la organizadora de estos dos eventos Olga Volosyuk, doctora en historia de la HSE y una de las mayores especialistas en las relaciones hispano-rusas, si en la edición de 2016 tomaron parte 20 expertos de seis universidades de España y 80 de Rusia, "esta vez tenemos casi una paridad".
"Tendremos representadas 22 universidades e institutos de la Academia de Ciencias de Rusia, y también 18 universidades e institutos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España", señaló en un comentario a Sputnik.
Volosyuk subrayó que desde 2016 la comunidad científica rusa "ha desarrollado contactos con los socios españoles", y "en cierta medida el formato virtual nos ayuda".
Además, la edición anterior se llevó a cabo en el marco del Año de la Lengua Española y la Literatura en Español en Rusia, y por ello entonces fue priorizado el tema de los lazos culturales.
Mientras que el congreso de 2020, programado para estos jueves 26 y viernes 27 de noviembre, se centra más en la política y la economía, y en concreto en la experiencia de España en su transformación democrática, pues hace poco, el 20 de noviembre, se cumplió 45 años de la muerte de Francisco Franco.
"Esta fecha nos ha parecido muy importante, sobre todo porque en los primeros años de una nueva Rusia democrática en numerosos casos comparamos el camino por el que pasó España y el que trató de iniciar una Rusia joven", indicó.
Justo por ello, continuó, uno de los objetivos del congreso es "mostrar nuestro respeto hacia España, uno de los pocos países que ha conseguido pasar de una dictadura en la democracia", y también "analizar cómo se desarrollaron las relaciones soviético-españolas y luego ruso-españolas en casi 50 años".
El congreso, destacó, reúne a los mejores científicos rusos, "la crema de la crema", como enfatizó Volosyuk, de distintas localidades rusas, "no solo de Moscú y San Petersburgo como se suele hacer".
Diplomacia y diplomáticos
El programa del congreso está cargado de varias sesiones:
- 'el Camino hacia la democracia',
- 'Códigos culturales en la época de cambios',
- 'la Sociedad en búsqueda de identidad',
- 'Diversidad del proceso cultural', y otras.
Asimismo, en el marco del Congreso se llevará a cabo el segundo coloquio Internacional Iberoamérica y Rusia: Diplomacia y Diplomáticos, donde Volosyuk presentará su ponencia Stackelberg, un nieto de Stackelberg: la dinastía de diplomáticos rusos en España.
Como aclaró la doctora a Sputnik, va a reposar y comparar las vidas de dos embajadores del Imperio ruso en el Reino de España: el enviado plenipotenciario Otto Magnus von Stackelberg (1766-1772), y su nieto, enviado extraordinario y ministro plenipotenciario Ernst Johann von Stackelberg (1861-1862).
Lo curioso, según la investigadora, es que sus misiones eran completamente distintas: "Cuando llegó Otto Stackelberg, las relaciones con España eran muy tensas, (...) e incuso hubo un momento cuando Rusia y España estaban a punto de romper las relaciones diplomáticas, pero gracias al rey español Carlos III y Stackelberg entonces se logró evitarlo".
Para su nieto, Ernst Stackelberg, la situación era mucho más tranquila. Entonces Rusia y España tenían unas relaciones "normales o más bien bastante indiferentes", como las describió la experta.
Y mientras Otto Stackelberg era "un verdadero diplomático, un actor importante de la corte, muy inteligente y hábil", su nieto Ernst era todo un militar, pues "pasó 25 años de su vida en el Ejército, lo que le influyó mucho".
"Lamentablemente, como diplomático Ernst Stackelberg no nos dejó ni un texto ni un informe interesante, (...) antes trabajaba mucho en Turín, su familia se quedó allí, y por ello pasó en España solo un año y medio y volvió a Italia", relató.
Otto Stackelberg es una de las figuras del libro Diplomáticos rusos en España, obra escrita después del primer Congreso Rusia y España. Entonces, evoca Volosyuk, la Embajada española "con cierto rencor nos dijo: ¿Cómo puede ser que hay Diplomáticos rusos pero no hay Diplomáticos españoles?".
Analizando los rasgos comunes de los diplomáticos rusos en España, la investigadora destacó "un gran interés por España". Así, en opinión de la doctora "Ernst Stackelberg fue uno de los pocos diplomáticos indiferentes, mientras que su abuelo era absolutamente distinto".
Por otra parte, recordó, en el siglo 18 "pasó 20 años de su vida en Madrid nuestro diplomático [Stepán] Zinóviev, (...) que una vez solicitó a la emperatriz Catalina II que le permitiera viajar por España, porque decía que sin conocerla toda (...) no se podía presentar su descripción imparcial".
"Es decir, la atención al país y el respeto hacia ello es un rasgo importante que ha distinguido y distingue a nuestros diplomáticos. (...) Siempre ha habido una benevolencia política entre Rusia y España", resumió.