"Desde 2014, la UE asignó 15.000 millones de euros para acompañar la estabilización en Ucrania. Gracias a nuestro apoyo, Ucrania hoy es un país mucho más fuerte (...). Podríamos ofrecer eso a Bielorrusia", dijo la jefa de la Eurocomisión a los participantes de la Conferencia Riga 2020.
Según Von der Leyen, la UE mantendrá ese mismo enfoque respecto a todos los países que "elijan el camino de las reformas democráticas".
"El pueblo de Bielorrusia exige unas elecciones libres y justas (...), la democracia en Bielorrusia representa una meta, y es algo que queremos apoyar. Es por eso que los jefes de los Estados europeos han pedido a la Comisión Europea que prepare un plan de apoyo económico", destacó.
Según la funcionaria, "la UE está dispuesta a apoyar el cambio democrático", ya que "Europa tiene una enorme influencia económica".
OSCE, lista para compartir su experiencia
Por su parte, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ratificó su disponibilidad para facilitar a Bielorrusia sus herramientas y experiencia para fortalecer los derechos humanos.
"La Oficina de OSCE de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos otra vez ofrece su experiencia y herramientas para ayudar a consolidar los derechos humanos e instituciones democráticas en Bielorrusia en beneficio de todos los ciudadanos del mundo", recoge una nota.
La OSCE expresó su preocupación por la detención de los manifestantes en el país y por el aumento de casos penales.
En Bielorrusia continúan las protestas desde las elecciones presidenciales del pasado 9 de agosto, que otorgaron el sexto mandato a Alexandr Lukashenko, en el poder desde 1994.
Según el recuento oficial, Lukashenko obtuvo el 80,1% de los votos, seguido de la opositora Svetlana Tijanóvskaya, con el 10,12%.
La oposición bielorrusa denunció numerosas irregularidades electorales y exige una repetición de los comicios, opción que Lukashenko descartó.
Varios países, entre ellos EEUU, miembros de la Unión Europea, el Reino Unido y Ucrania, no reconocen como legítima la reelección de Lukashenko.
El 2 de octubre, la UE formalizó medidas restrictivas contra 40 funcionarios bielorrusos que, según Bruselas, son responsables de la violencia durante las protestas y de la falsificación de los resultados de las elecciones presidenciales.
Un mes después la UE aprobó una segunda tanda de sanciones, que afectan al presidente Alexandr Lukashenko, su hijo Víctor y otras 13 personas.