Las autoridades confirmaron el brote de la enfermedad en una granja de la ciudad de Mitoyo, en la isla de Shikoku, en la que se registraron 3.800 aves muertas entre el 1 y el 4 de noviembre.
El ministro de Agricultura, Kotaro Nogami, creó un equipo especial para frenar la propagación de la infección.
Cerca de la granja mencionada se realizan tareas de desinfección, también se ha anunciado que se llevarán a cabo análisis en un radio de tres kilómetros.