Aparecen nuevos datos en torno a las pesquisas que está llevando a cabo el órgano encargado en España de investigar los posibles actos ilícitos cometidos por Juan Carlos de Borbón y varios miembros de su familia.
Es decir, de confirmarse un flujo irregular el dinero, sería un delito imputable a su persona y a su esposa Sofía, la antigua reina consorte.
¿Tarjetas con saldo mexicano?
La novedad de las nuevas revelaciones estriba en la posibilidad de que el empresario mexicano Allen Sanginés-Krause fuera el encargado de proveer de fondos a dichas tarjetas, según informaciones aportadas por Nius Diario.
¿Ayudante de campo y testaferro?
La investigación de la Fiscalía se centra de inicio en un antiguo ayudante de campo de Juan Carlos de Borbón, el coronel del Ejército del Aire Nicolás Murga, quien podría haber ejercido de testaferro para abonar gastos personales mediante terceras personas a espaldas de la hacienda pública española.
Todo apunta a que la cantidad de dinero supuestamente desviado podría exceder de 120.000 euros anuales, dado que se trata de una investigación penal. El hecho que ha motivado las pesquisas podría ser la elevada cuantía de las facturas que el coronel Murga abonó.
Esta línea de investigación condujo a las tarjetas de crédito con saldo a cuenta del magnate mexicano Sanginés-Krause. Estas tarjetas, con las que según afirma Nius Diario al menos dos nietos de Juan Carlos I efectuaron compras online, caducaron en 2018.
Paradójicamente, 2018 es justo el año en que comenzaron a publicarse las grabaciones de audio en las que figuraba la amiga del rey emérito, Corinna Larsen, y el supuesto cobro ilegal de comisiones por la construcción de una línea ferroviaria de alta velocidad en Arabia Saudí.