Fernando Simón ha sido criticado por unos supuestos "comentarios sexistas y denigrantes" que hizo mientras hablaba de las enfermeras y que no han sentado nada bien al Consejo General de Enfermería.
El 29 de octubre, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad participó en una entrevista en streaming con los hermanos escaladores Iker y Eneko Pou para el canal de YouTube de ambos. La charla, que transcurrió en un tono distendido, tuvo un momento de "desinhibición machista y retrógrado", señalan desde el Consejo General de Enfermería.
Pasado el minuto 19 del vídeo, uno de los interlocutores de Simón le pide al epidemiólogo que haga una aclaración: "No nos ha quedado muy claro si te gustaban las enfermedades infecciosas o las enfermeras infecciosas". El médico, tras una breve carcajada, responde "no les preguntaba [a las enfermeras] si eran infecciosas o no, eso se veía unos días después".
Según Fernández, también es intolerable que el director del CCAES "haga bromas y chistes" en una situación de pandemia "que tantas vidas y tanto sufrimiento ha costado". Es por ello que el Consejo de Enfermería espera unas disculpas dada "la improcedencia de sus comentarios, chascarrillos y chistes" y espera "se abstenga de volver a hacerlos nunca más".
"De lo contrario, estamos dispuestas a poner en marcha una recogida de firmas para pedir al Parlamento la reprobación pública de Fernando Simón y al Gobierno su cese inmediato", ha aclarado Pilar Fernández en un comunicado citado por Europa Press.
Fernández no limita su lucha por la dignidad de las enfermeras al ámbito nacional: ha anunciado que está dispuesta a poner en marcha "una campaña internacional con la ayuda del Consejo Internacional de Enfermeras (CIE) y la OMS para denunciar en todo el mundo" lo que consideran "una vejación" a la mujer y a la profesión enfermera.
El Consejo de Enfermería remató recordando el largo camino de lucha que viene recorriendo este colectivo contra "todas las imágenes y estereotipos machistas y retrógradas" de un "colectivo sanitario mayoritariamente femenino".
"La sociedad ha empezado a comprender que este tipo de tópicos sexistas son hirientes, pero también peligrosos porque somos una profesión sanitaria que vive dedicada en cuerpo y alma al paciente", zanja Pilar Fernández.