"Anunciamos un nuevo conjunto de medidas para promover un parón social que se basa en el cierre perimetral de Cataluña por 15 días y que incluye adicionalmente un confinamiento por municipios los fines de semana", explicó en rueda de prensa el vicepresidente catalán y líder del Ejecutivo en funciones, Pere Aragonès.
Esta decisión por parte de las autoridades catalanas implica que la entrada y salida de personas de Cataluña quedará restringida durante dos semanas, excepto en los casos que estén debidamente justificados.
"Todo el mundo en casa excepto para ir a trabajar, ir a la escuela o realizar las gestiones y tareas esenciales. Tenemos que mantenerlo todo parado y persistir en estas medidas para reducir la velocidad del virus", manifestó Aragonès.
Como excepción a esta normativa, los ciudadanos podrán desplazarse entre comarcas de la misma provincia para visitar los cementerios coincidiendo con la festividad de Todos los Santos el próximo 1 de noviembre.
A las restricciones de movilidad se suma la orden de mantener las clases universitarias y de alumnos de los últimos grados de secundaria en formato virtual.
También permanecerán cerrados los bares y restaurantes, tal como se decretó dos semanas atrás, y como novedad tendrán que detener su actividad gimnasios, centros deportivos y establecimientos donde se celebran espectáculos culturales.
El vicepresidente Aragonès aseguró que será la situación epidemiológica la que determine la duración definitiva de estas medidas, que de momento se prolongarán dos semanas.
Con el anuncio de Cataluña ya son 14 las regiones españolas que se suman al confinamiento perimetral para tratar de frenar el coronavirus, que genera en torno a 20.000 contagios diarios en España.
Desde el pasado 25 de octubre, el país se encuentra bajo un nuevo estado de alarma decretado por el Gobierno de Pedro Sánchez que permite a cada una de las regiones limitar los movimientos de sus ciudadanos y establece un toque de queda nocturno.