El 21 de octubre, los líderes de Egipto, Chipre y Grecia, en una cumbre en Nicosia, exigieron que Turquía cesara la exploración en la zona económica exclusiva de Grecia y Chipre.
"Rechazamos rotundamente la declaración adoptada al término de la cumbre Egipto-Grecia-Chipre, que, como en anteriores reuniones tripartitas, se basa en acusaciones infundadas contra nuestro país", dice la nota.
La Cancillería señala que "una verdadera cooperación en el Mediterráneo Oriental se puede lograr solo con un enfoque inclusivo que cubra a todos los países costeros con la participación de turcochipriotas".
"Continuaremos defendiendo resueltamente nuestros propios derechos y los derechos de los turcochipriotas en el Mediterráneo Oriental", añade el comunicado.
A finales de noviembre de 2019 Turquía y el Gobierno libio de Fayez Sarraj firmaron un memorando de entendimiento sobre zonas marítimas. Turquía publicó un mapa de zonas marítimas "habida cuenta del memorándum turco-libio", según el cual una parte significativa de las aguas que Grecia considera como su zona económica exclusiva son aguas de Turquía.
Las relaciones entre Turquía y Grecia se agravaron drásticamente después de que Ankara reanudara en agosto la exploración sísmica en el Mediterráneo Oriental en respuesta a la firma de un acuerdo de delimitación de fronteras marítimas entre Grecia y Egipto, que Turquía calificó de ilícito y no válido.
Ankara también lleva a cabo prospecciones en un área que Chipre considera como su zona económica exclusiva.
Las relaciones turco-egipcias se deterioraron tras la destitución del presidente egipcio Mohamed Morsi en julio de 2013. El mandatario turco Recep Tayyip Erdogan condenó las acciones de los militares egipcios contra los partidarios del presidente derrocado.