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Prensa dominante da un giro de 180 grados tras las presidenciales bolivianas

Como un castillo de naipes. Así es como viene desmoronándose el discurso de desprestigio construido en torno a la Bolivia progresista, luego del triunfo del partido del expresidente Evo Morales en las recientes elecciones presidenciales, donde el candidato del Movimiento al Socialismo [MAS], Luis Arce, se impuso en primera vuelta.
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Los mismos medios que aplaudieron el golpe de Estado de hace un año, hoy exhiben un impresionante cambio de tono. Por ejemplo, el diario El País de España publicó un artículo bajo el título: 'Los resultados en Bolivia cuestionan la tesis del fraude electoral de 2019 y legitiman a Evo Morales'.

Bolivia: sectores opositores al MAS se niegan a aceptar la realidad
Para el analista internacional Rubén Suárez, esta nueva narrativa supone el reconocimiento del fracaso de la derecha boliviana, un hecho que "marca el avance de lo que son las fuerzas progresistas en América Latina".

Al constatar una "recuperación imponente" del MAS —"un triunfo de, por, para y con el pueblo"—, el también director de la red mediática CONAICOP enfatizó que en los comicios "hubo tres grandes perdedores": el Gobierno de facto de Jeanine Áñez; la Organización de Estados Americanos [OEA] de Luis Almagro, acérrimo defensor de la tesis del fraude electoral de 2019; y EEUU, que pierde a Bolivia como uno de los puntas de lanza contra Venezuela y otras naciones regionales que están en su punto de mira.

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