La construcción del gasoducto Trans Adriático de 878 km de longitud llevó casi cuatro años y medio.
En su portal, el TAP anunció que está listo para transportar gas desde mediados de noviembrede 2020 con una ruta que pasa por la frontera greco-turca y cuenta con una terminal receptora ubicada en el sur de Italia pasando por Azerbaiyán (mar Caspio).
Según James Huckstepp, representante de S&P Global Platts, "el TAP es un factor que se dedicará principalmente al suministro del sur de Europa, pero también tendrá un impacto indirecto en el noroeste de Europa".
En tanto, el analista Elchin Mammadov cree que el gasoducto Trans Adriático puede mejorar significativamente la seguridad energética, diversificar los canales de suministro de combustible en el sur de Europa y esto ayudaría a esa región a conseguir mejores precios de gas ruso.
El gasoducto Trans Adriático no sería el único proyecto que busca ganar terreno en Europa para hacerle la competencia al Nord Stream 2, pues también existen otros proyectos como el gasoducto del Báltico (Baltic Pipe) que prevé conectarse con la plataforma noruega en el mar del Norte y con Polonia a través de Dinamarca después del 2022.