Se suma un nuevo capítulo a la crisis turco-griega por los derechos de perforación. El sistema de alerta marítima NAVTEX ha anunciado que el buque de exploración turco Oruc Reis volverá a operar en la disputada zona por la que transitó anteriormente, incluida el área al sur de la isla griega de Kastelórizo.
Mientras Turquía se acoge a su doctrina marítima Patria Azul para legitimar sus acciones, Grecia recalca que las aguas de esa isla son de su soberanía. El Ministerio de Exteriores del país heleno, por tanto, ha denunciado que la decisión turca es una "gran escalada y una amenaza directa a la paz y seguridad de la región".
No obstante, las autoridades del país otomano explicaron que la retirada —realizada para dar una oportunidad a la diplomacia— era temporal y que la embarcación volvería al trabajo tras unas labores de mantenimiento. Así las cosas, el buque Oruc Reis se unirá para una nueva misión de sondeo sísmico a los navíos Ataman y Cengiz Han.
En una cumbre celebrada a principios de octubre, la UE amenazó a Ankara con sanciones si no detenía la exploración energética en las aguas reclamadas por Chipre y Grecia, algo que Turquía describió como una amenaza "no constructiva". Ahora, esta nueva decisión echará más leña al fuego entre Ankara y Bruselas.