"Necesitamos devolver la situación actual al orden legal lo antes posible. Una vez que se nombren los jefes legítimos de los órganos ejecutivos y el país regrese al orden jurídico, estaré listo para dejar el cargo de presidente de la República de Kirguistán", dijo Jeenbekov, citado por su servicio de prensa.
Subrayó que "ningún cargo supera la integridad del Estado, la unidad del pueblo y la tranquilidad de la sociedad" al agregar que la situación política en el país "alcanzó su punto crítico".
Además, Jeenbekov declaró está listo para destituir al primer ministro y a los miembros del Gobierno que trabajaron antes de la crisis para legitimar el nombramiento de nuevos.
El domingo pasado, Kirguistán celebró elecciones legislativas al término de las cuales, de acuerdo con los resultados preliminares, los partidos progubernamentales Birimdik y Mekenim Kirguistán obtuvieron la mayoría de los escaños en el Parlamento con el 24,52 y el 23,89% de los votos, respectivamente.
El lunes, miles de seguidores de los partidos opositores, que no superaron el umbral electoral del 7%, se echaron a la calle en Biskek para denunciar numerosas irregularidades en la votación y exigir la repetición de los comicios.
En la noche del lunes, los manifestantes ocuparon varias oficinas públicas, incluidas las sedes del Parlamento, el Gobierno y el ayuntamiento de Biskek. También lograron que el Comité de Seguridad Nacional excarcelara a varios políticos presos, entre ellos el expresidente Almazbek Atambáev (2011-2017), el ex primer ministro Sapar Isákov (2017-2018) y el exdiputado Sadir Zhapárov.
El presidente Zheenbékov denunció un intento de toma violenta del poder e instó a poner fin a los disturbios, pero pidió a la autoridad electoral investigar las denuncias de irregularidades, lo que derivó en la invalidación de los resultados oficiales.
El martes el primer ministro de Kirguistán Boronov presentó su dimisión. El mismo día los líderes opositores crearon un consejo de coordinación y postularon a Zhapárov como primer ministro y el Parlamento confirmó su candidatura en una sesión extraordinaria.
Varios opositores no aceptaron esa candidatura y crearon su propio consejo de coordinación. Además exigieron la dimisión del presidente de Kirguistán y la disolución del Parlamento.