Maimonides figura entre la decena de las mejores clínicas estadounidenses especializadas en el tratamiento de enfermedades cardiovasculares y neumonía, pero tras el brote de la pandemia fue reorganizado para atender a los pacientes del COVID-19.
Los médicos que asistieron a esta sesión informativa tienen mucha experiencia en la lucha contra esta enfermedad.
El Ministerio de Salud Pública de Rusia registró en agosto pasado la primera vacuna en el mundo contra el COVID-19, que se desarrolló en el Centro Gamaleya, recibió el nombre de Sputnik V y se fabrica en cooperación con el RFPI.
"Los científicos del Centro Gamaleya informaron en detalle a sus homólogos estadounidenses sobre las etapas básicas del desarrollo de la vacuna Sputnik V, sobre los resultados y las pruebas clínicas posregistro", reveló el RFPI.
Así como explicaron la peculiaridad del modelo de dos vacunaciones con el uso de vectores adenovirales humanos de diferentes serotipos, el 5 y el 26, que es una tecnología única del Centro Gamaleya.
Al comentar esta sesión informativa, el director del Departamento de Cardiología del Centro Médico Maimonides, el profesor Jacob Shani, dijo que los datos que ofreció el Centro Gamaleya le impresionaron mucho, igual que la respectiva publicación en la revista The Lancet leída antes.
"La vacuna [Sputnik V] mostró buenos resultados durante las pruebas clínicas de la primera y la segunda fases, incluida la formación de anticuerpos y de la inmunidad celular, con efectos colaterales mínimos, lo que es muy esperanzador", constató.
"Si esta vacuna actúa como permiten suponer los datos publicados, será una muy buena. Pero solo el tiempo permitirá probar su eficacia. De momento sabemos que provoca la formación de anticuerpos y es inocua", subrayó.
"A mi pregunta de si se ha enfermado alguno de los voluntarios vacunados, recibí una respuesta negativa. También me gustaría conocer los resultados de la vacunación de grupos más numerosos", agregó.
El director del Centro Gamaleya, Alexandr Guintsburg, señaló que la misión de esta institución consiste en ofrecer información detallada y oportuna sobre la vacuna Sputnik V a todas las partes interesadas.
"Hemos visto una actitud no preconcebida por parte de los médicos estadounidenses, los que igual que sus colegas de Rusia se sienten cansados de la pandemia y quisieran tener lo más rápido posible una vacuna eficaz e inocua contra el coronavirus. A nuestro juicio, la cooperación internacional en el desarrollo de tal vacuna es la condición clave para obtener la victoria sobre el coronavirus, y trabajaremos con nuestro socio, el Fondo Ruso de Inversión Directa, para lograr este objetivo", dijo.