A finales de agosto se informó que las autoridades de Zimbabue habían comenzado a investigar la causa de la muerte de 11 elefantes, cuyos cadáveres fueron encontrados en uno de los parques del país, Pandamasue. Inicialmente los expertos opinaban que el ántrax podría haber causado la muerte.
Según los datos más recientes, el número de elefantes muertos ha llegado a 34, dijo Fulton Mangwanya, jefe de la Autoridad de Gestión de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue.
"Todos los resultados hasta la fecha apuntan a que la causa de estas muertes de elefantes es una enfermedad conocida como septicemia hemorrágica", dijo Mangwanya.
Según el experto, las investigaciones mostraron que los animales experimentaron una "muerte extremadamente repentina".
El especialista advirtió que pronto podrían morir muchos más individuos. Pero a pesar de ello, señaló que es poco probable que esta enfermedad por sí sola tenga un impacto serio en la supervivencia de la floreciente población de elefantes del país africano.
En particular, el experto señaló que la vecina Botsuana, donde se había registrado la muerte de 330 elefantes, podría necesitar realizar pruebas para averiguar si es la misma infección bacteriana la que causó la muerte de cientos de animales.
Anteriormente, los expertos africanos informaron que la muerte de los elefantes en Botsuana se debía a las toxinas producidas por cianobacterias que se encuentran en el agua.
Como todos los cadáveres se encontraron intactos, se excluyó la caza furtiva como posible causa de muerte de los elefantes.