Con el nombre Google Cloud Spain SL y con un capital social de un millón de euros, el objeto de su negocio es "la compra, importación, exportación, comercialización, venta, en calidad de distribuidor o por cualquier otro medio, de servicios de almacenamiento en la nube, así como de todos los materiales, productos, sistemas informáticos (hardware y software)", según consta en el Registro Mercantil.
Es decir, este entramado empresarial atiende a una arquitectura fiscal creada para esquivar el gravamen de impuestos, dado que el país celta ofrece una fiscalidad muy baja a las empresas. Así es como Google, que emplaza sus dos filiales en la Torre Picasso de la capital española (Google Spain SL desde 2012), paga menos impuestos en España.
Con la 'tasa Google' en perspectiva
La nueva filial Google Cloud Spain SL llega a España en un momento en que el Gobierno ultima la tramitación de la denominada tasa Google en el Congreso de los Diputados.
La intención es que empresas como Google, Facebook o Amazon paguen impuestos en España de una manera más acorde a lo que realmente facturan en el país. Baste como ejemplo la última facturación oficial de Google disponible, la de 2018, cuando ingresó algo más de 100 millones de euros, una cantidad a todas luces mucho menor de lo estimado realmente. En el caso de España, en 2018 solo abonó 6,89 millones de euros en concepto de impuestos.