"Le pedimos que entable un diálogo creíble y serio con la oposición —mediante mediación, si es necesario— con el fin de procurar un resultado pacifico a la crisis actual", declaró Raab en el Parlamento británico.
El canciller añadió que la resolución ha de "reflejar y respetar la voluntad de los bielorrusos".
Mientras, el recién ampliado ministerio de Exteriores y Oficina de Desarrollo (FCDO, en sus siglas en inglés) iniciará los trámites necesarios para imponer sanciones personales contra autoridades de Minsk, bajo el marco de la llamada enmienda Magnitsky aprobada recientemente.
"He pedido al equipo de sanciones del FCDO que preparen sanciones Magnitsky contra los responsables de graves violaciones de derechos humanos", anunció en la Cámara de los Comunes.
El ministro señaló que la lista de afectados se está "coordinando", como "asunto urgente" con Estados Unidos y Canadá.
"Emplearemos todas las herramientas a nuestra disposición para pedir cuentas a Lukashenko y su régimen", desafió el alto cargo del Ejecutivo conservador.
El ministro resumió la posición británica respecto a la gestión y el resultado de los comicios en Bielorrusia y otros recientes eventos del país en una declaración formal, que emitió este jueves 24 en la Cámara de los Comunes.
"No aceptamos los resultados de esas amañadas elecciones … condenamos la brutalidad descargada contra los bielorrusos", censuró Raab.
El canciller amenazó con emprender "más acciones" en coordinación con "socios internacionales" si el veterano líder ignora el resultado de la investigación instigada en el seno de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).