El 9 de mayo, los piratas secuestraron a tres ciudadanos rusos, tripulantes de los barcos Rio Mitong y Djibloho que se encontraban en el golfo de Guinea. A mediados de septiembre se supo que los piratas se habían puesto en contacto con familiares de los marineros y amenazado con matar uno a uno a los prisioneros, si los propietarios de los buques no pagaban un rescate.
En una carta al secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Nigeria para los DDHH, Anthony Ojukwu, Moskalkova expresó "profunda preocupación" por la suerte de tres connacionales que "son retenidos en condiciones inaceptables, en un campamento" y "enfrentan el peligro de muerte, según sus familiares".
En otro mensaje, dirigido a la alta comisionada Michelle Bachelet, la defensora del pueblo de Rusia pidió "llamar la atención de las autoridades nacionales a esta situación, para maximizar los esfuerzos" y para que ciudadanos rusos regresen "lo antes posible".