"No hemos visto ciberataques este año a las bases de datos de registro de ciudadanos, o a cualquiera de los sistemas vinculados a la votación primaria, y por lo que es de nuestro conocimiento, ningún Gobierno extranjero ha intentado manipular los escrutinios de voto de Estados Unidos", afirmó.
Wray dijo que de acuerdo al Grupo Operativo de Influencia Extranjera, una presunta campaña rusa en medios sociales fue retirada por Twitter y Facebook antes de desarrollar "nada más que un incipiente número de seguidores".
La investigación no encontró evidencias de confabulación entre Trump y Rusia.
El Gobierno ruso ha negado repetidamente haber interferido con el sistema político estadounidense, diciendo que estas prácticas van en contra de sus principios de política exterior.
Funcionarios rusos también han dicho que los argumentos acerca de la interferencia fueron inventados para excusar la pérdida de la elección de la candidata demócrata Hillary Clinton, así como para desviar la atención pública de casos actuales de fraude electoral y corrupción.