"También recomiendo que tal vez el Gobierno de EEUU podría desarrollar un nuevo programa de sanciones llamado 'Las sanciones Khashoggi', que tendría en cuenta el principio de responsabilidad y se centraría en sancionar a los altos funcionarios responsables de ordenar, incitar o tolerar la violencia contra los periodistas", dijo Callamard, y agregó que podrían ser parte de la Ley Global Magnitski.
"Otra posible línea de acción concerniente a las sanciones individuales, algunas de las cuales ya han sido tomadas por el Gobierno de Estados Unidos; recomiendo que las sanciones estén enfocadas en la cadena de mando y se extiendan hasta el príncipe heredero", dijo Callamard al Comité de Inteligencia de la Cámara.
Desde su punto de vista, las posibles sanciones pueden incluir el congelamiento de alguno o todos los activos de Bin Salman hasta que Arabia Saudita tome medidas significativas para encaminar la resolución del asesinato de Khashoggi.
El 7 de septiembre un portavoz de la Fiscalía de Arabia Saudí comunicó que un tribunal de ese país condenó a ocho personas a entre siete y 20 años de prisión por el asesinato de Khashoggi.
El columnista del diario The Washington Post, conocido por sus críticas a las autoridades saudíes, fue visto por última vez en octubre de 2018, después de ingresar al consulado de su país en Estambul.
Inicialmente, Riad negó tener conocimiento sobre su paradero, pero finalmente admitió que Khashoggi había sido asesinado y desmembrado dentro de la Embajada.
La monarquía saudí ha negado cualquier participación en la muerte del periodista.
En diciembre de 2019, un tribunal saudí condenó a muerte a cinco sospechosos del asesinato y encarceló a otros tres por un total de 24 años.