"Hoy podemos evidenciar cierta etapa de, digamos directamente, una guerra híbrida contra Bielorrusia", declaró Lukashenko citado por la agencia de noticias estatal Belta.
El mandatario también denunció una "masacre diplomática al más alto nivel" contra su país.
Lukashenko acusó a algunos vecinos bielorrusos de injerencia en los asuntos internos de la república y presión.
"Ven las declaraciones sobre que si Bielorrusia se disuelve, la provincia de Grodno pasará a ser parte de Polonia, ya lo dicen abiertamente y lo sueñan, no lo lograrán realizar, lo sé con certeza", dijo el presidente.
Añadió que el país se ve obligado a gastar mucho para estabilizar la situación en sus fronteras occidentales adonde fueron movilizadas algunas unidades militares.
El Gobierno de Minsk blindó las fronteras del país ante el incremento de las fuerzas de la OTAN en Polonia y Lituania y denunció además intentos de desestabilización en sus fronteras occidentales.
El Ministerio de Defensa bielorruso envió a la provincia de Grodno tropas de desembarco y puso en alerta sus misiles tácticos, los lanzacohetes múltiples y sus sistemas antiaéreos S-300. Además la institución anunció ejercicios militares en la frontera con Polonia y Lituania entre el 28 y el 31 de agosto.