La base militar, en la cual, según Qani, se encuentran unos 40 soldados, está cerca de la ciudad de Farah.
El jefe del consejo precisó que los ataques comenzaron este jueves por la mañana.
De momento no hay información sobre posibles víctimas.
A finales de febrero pasado, EEUU y los talibanes firmaron en Doha un acuerdo que, además del recorte del contingente militar estadounidense en Afganistán, estipulaba la liberación de miles de prisioneros de ambos bandos para allanar el camino al diálogo interafgano.
Sin embargo, el proceso de paz se atascó por varios meses, principalmente debido a las dilaciones en el intercambio de prisioneros.
El 9 de agosto, la gran asamblea del pueblo afgano, Loya Yirga, recomendó al presidente, Ashraf Ghani, excarcelar a los últimos 400 prisioneros de una lista de 5.000 presentada por los talibanes. Por tratarse de insurgentes acusados de delitos graves, el mandatario había dejado su liberación en manos de la Loya Yirga.
La decisión del Gobierno afgano iba a eliminar un último escollo ante las negociaciones con representantes talibanes en Doha. A mediados de agosto, sin embargo, los insurgentes reiteraron que no reconocen como gobierno a la administración de Kabul, porque trabaja para continuar la ocupación estadounidense, y solo aceptan negociaciones que abarquen a todas las partes del conflicto afgano.