"Llamo al presidente Lukashenko a poner fin a la violencia y a liberar de manera inmediata a los detenidos. El pueblo de Bielorrusia tiene derecho a protestar", escribió Sassoli en su cuenta de Twitter.
Señaló que el uso de la fuerza brutal por parte de las autoridades bielorrusas "debería tener consecuencias de acuerdo con el derecho internacional".
El 11 de agosto, el alto representante para la Política Exterior y de Seguridad del bloque comunitario y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell, afirmó que las presidenciales bielorrusas "no fueron libres ni justas", mientras "el pueblo de Bielorrusia se merece algo mejor".
Las protestas estallaron en Bielorrusia el pasado 9 de agosto por la noche, tras el anuncio de los primeros resultados de los comicios presidencialesque daban como ganador al mandatario en ejercicio Alexandr Lukashenko.
Según el escrutinio de la Comisión Electoral Central, Lukashenko, que aspira a su sexto mandato consecutivo, recibió el 80,08% de los votos; y la principal candidata opositora, Svetlana Tijanóvskaya, el 10,09%. La oposición se negó a reconocer el escrutinio oficial al afirmar que Tijanóvskaya habría conseguido entre el 70 y el 80% de los apoyos.
Tras el cierre de las mesas electorales, miles de personas se echaron a la calle en Minsk y otras ciudades de Bielorrusia para expresar su descontento con el recuento oficial, una protesta que fue dispersada por la Policía con balas de goma, cañones de agua y granadas aturdidoras.
Las manifestaciones en Minsk dejan hasta el momento un muerto y miles de detenidos, conforme a los datos del Ministerio del Interior.