"El 31 de julio los radares rusos detectaron un objetivo aéreo que volaba sobre las aguas neutrales del mar Negro y se acercaba a la frontera estatal de Rusia", dice la nota.
Para interceptar el objetivo despegó un caza Su-27 de la Fuerza Aérea del Distrito Militar Sur de Rusia.
El Su-27 se acercó al objetivo aéreo a una distancia segura y lo identificó como el avión de reconocimiento ЕР-3Е de las Fuerzas Navales estadounidenses, tras lo cual lo obligó a apartarse de la frontera rusa.
Poco después el caza ruso regresó a su base.
El Centro Nacional de Defensa indica que el vuelo del caza ruso se efectuó "en estricta correspondencia con las normas de vuelo internacionales" y que el avión espía en ningún momento entró en el espacio aéreo de Rusia.