Los aviones se dirigieron a la base aérea de Ambala, en el estado norindio de Haryana, bajo una estricta seguridad. Las autoridades cerraron las carreteras que conducen a la base, prohibieron tomar fotografías e impusieron restricciones a las reuniones de más de cuatro personas, afirmó el oficial de policía Abhishek Jorwal, citado por la agencia AP.
Los aviones despegaron desde la instalación del fabricante en Merignac, Francia, y recorrieron unos 7.000 km, repostando en el aire.
"Los pájaros han aterrizado a salvo en Ambala", escribió el ministro de Defensa indio Rajnath Singh en su cuenta de Twitter.
"Si alguien debe preocuparse o criticar esta nueva adquisición de las Fuerzas Aéreas de la India, deben ser los que quieren amenazar nuestra integridad territorial", precisó.
En general, el país asiático espera la entrega de los 31 aviones Rafale restantes para el año 2022 en el marco del acuerdo intergubernamental con Francia.
Para normalizar la situación, los comandantes de las fuerzas de ambos países en Ladakh y los diplomáticos de la India y China celebraron varias rondas de conversaciones. A principios de julio, las partes acordaron completar el proceso de retirada a lo largo de la línea de contacto lo antes posible y continuar las consultas para restablecer la paz.